domingo, agosto 20, 2006

Que Vuelva la "Peseta"

Todas las mañanas, me tomo con un compañero de trabajo un cafe, EL CAFE DE LA MAÑANA, con mayusculas, en un bar cercano, y como cada mañana yo me pido mi cafe "corto" y el su "cortado", un cafe con un poco de leche, como es una costumbre ya instaurada y casi una ceremonia obligada, hemos llegado a un acuerdo tacito, de pagar cada dia, uno de los dos, hoy sin embargo se nos ha unido otra compañera, que se a pedido un Cafe con Leche, descafeinado de sobre, con sacarina y la leche tibia, creo que a este paso pedir un cafe va a ser mas largo que "El Quijote", hoy me tocaba pagar a mi, por lo que en la barra ya habia dejado dos Euros, antes de la aparicion de la tercera en discordia, y sin querer he hecho el chiste del dia al decirle al camarero que se cobrara tambien el cafe con leche de mi compañera, ya que me sentia obligado, esto seria motivo de otra discusion, pero lo dejaremos, la replica del camarero a sido que si tambien queria tabaco o el almuerzo, o las dos cosas, en plan jocoso, que a sido coreada por mis dos compañeros en unas risas, pero en un rapido acto reflejo he realizado la conversion de Euros a Pesetas, 2 Euros=332 Pesetas, a todos les ha cambiado la cara y lo que en principio era una mofa, a continuado con unas serias reflexiones, sobre el coste de la vida, las subidas, el encarecimineto de las cosas, etc, etc, aunque me temo que es peor que eso, en los productos de poca cuantia hemos perdido el valor del dinero, no sabemos tasar lo que compramos o lo que vendemos, los que venden redondean con una alegria pasmosa, los que pagan ni se inmutan, y no he llegado a saber quien es el que gana en todo este proceso de subidas de precio, encubiertas con una nueva moneda, que nos ha hecho perder la vision de su cuantia, y esta intrinsecamente ligado al valor nominal del Euro, que aun siendo igual nos despista pero es 166,386 veces mas alto que la peseta y la tendencia a redondear, ya que a nadie le gustan los decimales, los centimos .Espero que nuestros hijos o nietos, recuperen ese sentido comun, que me temo hemos perdido.